En el camino de la transformación de conflictos educativos
Los siguientes aportes son tomados de la experiencia práctica desarrolladaen centros educativos de Uruguay.
Tuve la oportunidad de observar cómo el conflicto afecta a un gran número de personas que se sienten desbordadas y frustradas ante respuestas contradictorias y poco satisfactorias. En estas experiencias pude interpretar cómo circula la palabra, cómo se expresa el poder, qué discursos predomina como hegemónicos y arbitrarios y cuales se silencian.
Constaté que en la búsqueda de respuestas al conflicto se presenta un riesgo: argumentar subvalorando la expresión y experiencia del otro1. Y es así que aparece una dificultad, cuando se define “al otro” desde sus limitantes y se lo identifica como causante delproblema, el conflictivo, el violento.
Si queremos comprender en su totalidad todo el escenario tenemos que escuchar a cada una de las personas, entender las distintas percepciones, sus reacciones y conocer cómo les afecta el conflicto.
Durante la intervención práctica, comencé a hacer énfasis en que el punto de partida no consistía en definir quién tenía razón, o quién era el culpable, sino cómo las partes podía identificar ideas en común. Observé que cuesta dar parte de razón al otro y es así que propuse trabajar a partir de la idea de reconocer los puntos de vista opuestos, sin querer imponer una razón como única y excluyente a las demás.
Las preguntas que surgían con frecuencia eran: ¿cómo construir alternativas entre aquellos que tienen diferencias? ¿Qué alternativas concretas podemos desarrollar para transformar un conflicto?
Es con el otro que se buscan salidas al conflicto. El papel que juega cada persona es clave para cualquier avance, por tal razón hay que dejar claro que las respuestas tienen que surgir desde la perspectiva de todos los actores involucrados: el desafío consiste en fusionar propuestas diferentes.
Para ello es necesario identificar ¿quiénes? pueden facilitar el diálogo, quiénes son reconocidos por las partes como interlocutores válidos y son capaces de apoyar procesos de cambio.
Se deben construir las condiciones necesarias para que las partes puedan expresar sus puntos de vista y sean reconocidas. Para ello es necesario desarrollar una estructura que tienda a equilibrar el poder entre los involucrados y que en forma autónoma sientan confianza para comprometerse en la búsqueda de alternativas.
1 Nelson Mandela realiza esta expresión en su Libro: “El largo camino hacia la libertad”.